Ayer, recordando un poco como fué la investigación en el antiguo ambulatorio, de repente recordé la anécdota que me ocurrió con Salva. Estábamos recogiendo ya todo el material y de repenté escuché perfectamente la voz de Salva que decía: "tengo sed". Entonces yo le contesté: "ahí tienes agua". Nadie estaba hablando y noté que me miraban de forma extraña, entonces pregunté si alguien había dicho que tenía sed, a lo que contestaron que no. Entonces salva me dijo que simplemente lo había pensado. Pero os puedo asegurar que lo oí perfectamente.
Como me resultó super curioso me ha parecido bien compartir la anécdota con todos vosotros.

La verdad es que fue más que curioso Eva. Quedamos todos sin saber muy bien que decir. Lo que más impresionó fue verte convencida de que lo habías oído de verdad.